Una vez elegido el color, debemos hacer una serie de trabajos antes de aplicar el acabado final a nuestra pared.
Si tus paredes están en buen estado, solo debes limpiarlas con un trapo húmedo, esto para eliminar las partículas de polvillo en su superficie, lo cual permitirá una mejor adherencia de la nueva pintura.
Si la pared que vas a pintar es nueva, entonces deberás aplicar un sellador antes, esto evitará que la superficie porosa absorba mayor cantidad de pintura. Así el producto te va a rendir como lo especifique la marca y tendrás un color más duradero.
Por el contrario, si tienes paredes con algunos problemas, te aconsejo lo siguiente:
- Eliminar la pintura vieja.
Si tienes pintura floja, te recomiendo eliminarla con una espátula, posteriormente utiliza una lija fina para emparejar la superficie.
- Eliminar la humedad y el moho.
Primero debes identificar que lo ocasiona. En el caso de las paredes exteriores, utiliza productos para impermeabilizar.
Lava la pared con moho y deja secar. Ventila la habitación.
Para esto utiliza masilla, la puedes adquirir en el mismo lugar donde compres las pinturas. Deja secar y lija la superficie. Finalmente aplicas el sellador.
Esto en el caso donde apliques masilla o en donde tenga pintura vieja. Pero no debes hacerlo en paredes de cartón-yeso, ya que estas tienen una superficie lista para pintar. Solo debes lijar las uniones donde apliques la masilla.
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